Esta mañana estaba escuchando música para prepararme por la reunión y escuché la canción, Enamórame por Jesús Adrian Romero. Si conoces esta canción, es muy linda y muy profunda. Las letras dicen:
Enamórame
Quiero entregarte mis sueños, tu voluntad, haz en ellos, mi corazón te lo entrego, enamórame de ti.
Quiero aprender a escucharte, quiero saber qué es amarte
De tu verdad, yo saciarme, enamórame
Que tu presencia me inunde, haz en mi un hombre nuevo, cámbiame, renuévame, enamórame de ti
Mientras estas palabras me entraban por los oídos, me puse a pensar en el gran amor de Dios y que él está enamorado de nosotros. Dios, el Padre Celestial, Él quien creó todo el universo está enamorado de mi hasta el punto de venir a la tierra y morir por mi. Me vino a la mente la escritura en Oseas 11:
El amor de Dios por Israel
1 «Desde que Israel era niño, yo lo amé;
de Egipto llamé a mi hijo.
2 Pero cuanto más lo llamaba,
más se alejaba de mí.
Ofrecía sacrificios a sus falsos dioses
y quemaba incienso a las imágenes.
3 Yo fui quien enseñó a caminar a Efraín;
yo fui quien lo tomó de la mano.
Pero él no quiso reconocer
que era yo quien lo sanaba.
4 Lo atraje con cuerdas de ternura,
lo atraje con lazos de amor.
Le quité de la cerviz el yugo,
y con ternura me acerqué para alimentarlo.
Esta imagen me impresiona. Dios describe que la manera que él trataba a Israel era con "cuerdas de ternura" y "lazos de amor". Se presenta una idea tan linda y tan amorosa. Yo quiero servir a un Dios poderoso y fuerte, pero también quiero tener una amistad con mi Padre con ternura y amor. Pensando en esta escritura y escuchando las letras de la canción, me emocioné. Muchas veces no siento esta "ternura" en mi relación con Dios. Hay momentos en los cuales no siento que "quiero entregarte mis sueños".
¡Que Dios me siga ayudando entregarme totalmente a Él!