¿Cuando debemos pasar tiempo con Dios?
Salmo 119
20 A toda hora siento un nudo en la garganta
por el deseo de conocer tus juicios.
55 Señor, por la noche evoco tu *nombre;
¡quiero cumplir tu ley!
62 A medianoche me levanto a darte gracias
por tus rectos juicios.
97 ¡Cuánto amo yo tu ley!
Todo el día medito en ella.
147 Muy de mañana me levanto a pedir ayuda;
en tus palabras he puesto mi esperanza.
148 En toda la noche no pego los ojos,
para meditar en tu promesa.
El ejemple que vemos en las escrituras es uno de estar siempre meditando en la palabra, orando a Dios y acercandonos a él. No hay un momento cuando no tenemos una necesidad de Dios. Imitémos el corazón de David y amemos al Señor en toda oportunidad.